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Annalisa – Todo lo bueno de la tierra

Una pasión convertida en sociedad

Nacida a mitad de los años treinta, Annalisa se ha desarrollado conservando intacta la memoria de la tradición.

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De la pasión artesanal por los sabores mediterráneos, al dinamismo de un Grupo que conquista mas que 50 mercados: el gusto Annalisa ha llegado lejos. Este desarrollo ha sido favorecido por inversiones en tecnología, ajustando las fábricas de Castel San Giorgio (80.000 m2) y Oliveto Citra (25.000 m2) a los estándares de calidad nacionales e internacionales: el ciclo productivo tiene la certificación ISO 9001 y el impacto ambiental de los procesos de trasformación de las materias primas está certificado ISO 14001. Los principios de calidad total adoptados por Annalisa son: una cadena de producción transparente, cultivación natural, extrema atención por la salud de los consumidores y el impacto en el ambiente,.

Certificazioni

Cada uno de los productos está monitorizado según rigurosos estándares internacionales (ISO 9001, ISO 14001, ISO 22005, CEE 834/2007, Kosher, JAS, NOP, IFS, BRC) que certifican el respeto de las reglas en materia de higiene, seguridad y calidad de los alimentos.

Iso 9001 Iso 14001 Cee 834/2007
  • Iso 22005
  • Kosher Jas
  • Nop
  • Ifs
  • Brc

De la provincia al mundo

La semilla de la calidad de Annalisa brota en 1935, entre miles sacrificios y ningún compromiso, cuando las familias salernitanas Lodato y Senesi empezaron a trabajar los productos de la tierra en un pequeño taller artesanal de provincia.
Una estructura de dimensiones contenidas, pero animada por un espíritu combativo y testaduro, típico de quien desde siempre sigue los ritmos de la naturaleza. A lo largo de los años, el núcleo productivo se expande bajo el impulso de la pasión por los sabores tradicionales, una constante búsqueda de la calidad, el conocimiento y la previsión de los fundadores. El viraje fundamental para la sociedad llegó en 1965, con su transformación en Grupo y la entrada en los mercados internacionales: el nombre Annalisa se convirtió, en más de 50 países del mundo, en sinónimo de excelencia en el sector de la transformación y conservación de alimentos.

El gusto siempre nuevo de la tradición

Es suficiente dar una ojeada a la vasta gama de productos para darse cuenta de cómo la sociedad ha sabido mantenerse al paso del tiempo, incluso anticipando los gustos de los consumidores, pero respetando siempre su vocación mediterránea. El protagonista del éxito de Annalisa es la línea de los “Rojos”, que propone el gusto auténtico del tomate en numerosas variantes; el amor por los sabores genuinos vuelve en la nueva línea de Legumbres Secas, inmediatamente listas para cualquier tipo de receta. Del encuentro entre legumbres y cereales nacen las Sopas, “comfort food” por excelencia, famosas por su fragancia y rapidez de preparación; la última, aunque no por ello menos importante, es la Fruta, complemento ideal de la mesa mediterránea con sus colores y aromas. Annalisa conserva intacta la pasión por las tradiciones locales y el respeto del territorio: una prueba de ello es la línea “Legumbres de Italia”. Producto del connubio con las organizaciones Slow Food, con el objetivo de tutelar la biodiversidad y las producciones en vías de extinción, esta línea ofrece siete variedades regionales de legumbres típicas.

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